Durante este descanso blogueril han cambiado algunas cosas
de mi universo pre-treintañero. Mi último año como joven veinteañera avanza sin
retorno y me asaltan nuevas dudas y preguntas. De repente los bebés me parecen
monos hasta cuando lloran y un sábado por la noche viendo una peli en el sofá
me parece un plan perfecto, ¿madurez? ¿locura transitoria? Sea lo que sea es
para preocuparse…
Uno de los mayores cambios ha sido cambiar de trabajo. En
plena crisis y tras siete años con el mismo trabajo bueno y estable he cometido
la locura de aventurarme en un nuevo proyecto, quizá menos seguro, quizá más
arriesgado… pero pensé “si no lo hago ahora, ¿entonces cuándo?” Y me lancé.
La crisis de los 30 está haciendo mella, está claro. Y hay
que tomar decisiones, Ahora o nunca. Es el momento de dejarlo todo e irse la
extranjero, de montar una tienda de sombreros o de cambiar de profesión porque
la tuya de aburre soberanamente. Quizá dentro de 5 años ya sea tarde y la
responsabilidad nos invada, así que rápido, aprovechad!! Huyamos a Brasil,
intentemos ser actrices en Hollywood, montemos un grupo de rock y recorramos
los bares haciendo ruido, comprad tantos zapatos como podáis, id a trabajar con
vaqueros, pintaos las uñas de amarillo, comed pizza a diario, no planchéis,
levantaos a las 12 los domingos… Resistámonos y aferrémonos a un intento
desesperado de alagar estos años irresponsables ¿lo conseguiremos?.