jueves, 16 de junio de 2011

Ruidos nocturnos


Son las 23.45 y, a unos minutos de irme a la cama, me pregunto si hoy podré dormir a pierna suelta.

Siempre he presumido de sueño profundo y aunque el vecino de al lado estuviera tirando su casa abajo, yo ni me inmutaba. Sin embargo, ayer por la noche no había manera de dormir gracias a un par de molestos "ruiditos". No entiendo como después de más de 20 años viviendo en frente de un mercado, en el que cada día, a eso de las 7 de la mañana, el frutero y el panadero se daban los buenos días a gritos en medio de la calle, y al lado de una parada de metro de la que los fines de semana salían grupos de amigos "animados" a horas intempestivas cantando por bulerías, ahora me molesten los ruiditos.

Creo que puedo dormir con la televisión encendida, con una fiesta en la terraza del vecino, con un mercadillo en la puerta de mi casa...pero no con pequeños y molestos ruidos. El caso es que esta noche se ha estropeado la puerta del garaje y no paraba de abrirse y cerrarse. Además, hoy se inauguraba la piscina, con lo que los chorros han estado funcionando a pleno rendimiento.

Pero ¿por qué nunca me han molestado ruidos aparentemente mucho más molestos y ahora no puedo dormir con un corrillo de agua y una puerta que se abre? ¿Será la edad? ¿O que no estoy acostumbrada a vivir en una urbanización con garaje y piscina? Es decir, que los ruidos de la clase medio-alta no son para mí.

Ahora que había conseguido superar mi lucha particular con los mosquitos (que este año me están devorando y encima ¡son enormes! ¿Estarán mutando?) mi propia casa se vuelve contra mí. Sólo falta que empiece a gotear un grifo y no pego ojo seguro. En fin, me voy a la cama, deseadme suerte.

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