jueves, 24 de febrero de 2011

Hortera de bolera

Si te fijas un poco en la gente puedes descubrir muchas cosas sólo por la ropa que llevan. Sí, es cierto que es algo superficial y que la primera impresión no siempre es la que cuenta, pero hoy me siento un poco frívola, así que me voy a limitar a hablar de la imagen.

Sé que hay gente que no se preocupa por su aspecto o le da igual que un pantalón de lunares no pegue con una camisa de cuadros. Me parece bien, cada uno a lo suyo. Sin embargo, existe otro colectivo que afirma ser experto en estética y moda y que elige cada prenda con ahínco. Sin embargo, pese a todos sus esfuerzos  no hay por donde cogerlos. Me refiero a esa figura emperifollada que ha intentado combinar su ropa sin éxito y cuyas prendas parecen sacadas del armario de tu bisabuela; esa que cuando ves que de todo lo que había en su armario se ha puesto eso, te preguntas qué es lo que habrá dejado atrás. Más aún, ¿dónde van de compras para que entre todas las opciones posibles escojan eso? Y pagando por ello, lo que es más grave aún.

No sé si llamarles horteras porque no son exactamente eso, dan un paso más allá y suelen creer que marcan tendencia con sus medias verde pistacho y sus zapatos amarillos (capítulo aparte los cuarentones que se ponen vaqueros anchos con cremalleras para parecer modernos). ¿Será que son unos visionarios y no sabemos verlo? Estoy convencida de que podrían inspirar más de una colección de Ágata Ruiz de la Prada. Lo que más me gusta es como te miran con mala cara cuando apareces con tus zapatos nuevos o ese vestido hiperfashion que te acabas de comprar y se acercan a decirte que es muy “de su estilo”. Evidentemente, esa misma tarde decides que no te lo pondrás nunca más.

Este tema de la imagen me ha venido hoy a la cabeza porque un conocido (lo llamaré así porque no me cae muy bien…) ha comentado que preocuparse por la imagen era de bobos (no ha usado esa palabra exactamente) y que él pasaba de todo eso. Creo que no puedes hacer semejante afirmación cuando la camisa que llevas cuesta más de 80 euros, para no preocuparte inviertes mucho en ello. Además, en este caso creo que es una excusa para no reconocer abiertamente que no tienes gusto ni vergüenza. ¿Una camisa de marca y una sudadera que parece de pijama? Por favor, a ti lo que te pasa es que eres un hortera de bolera.

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