Comiendo con unas amigas, una de ellas nos confesó (de hecho lo dijo abiertamente sin que nadie preguntara) que hacía un mes que no tenía relaciones (lo llamaré así por mantener un lenguaje fino y elegante) con su novio, que estaba cansada y no le apetecía. Rápidamente pensé —qué lastima, con lo joven que es— un mes… parece que no, pero es tiempo oye.

En fin, que una vez abierto el debate surgieron algunos temas interesantes, como el uso de determinados juguetes, a lo que Pilar, la mayor de todas, casada con hijo, vaya, una mujer hecha y derecha, afirmó que lo de los juguetes, vibradores y demás era un tópico.
¿Un tópico? ¿Qué significa eso? Por supuesto no los ha probado pero está convencida de que eso no vale para nada. Pobre.
Una vez que llegamos al delicado tema de las bolas chinas, el único chico del grupo nos aconsejó usarlas porque van muy bien para “apretar”. Pero ¿apretar el qué? ¿Es que hay que apretar algo? Ay dios mío…. la pregunta es ¿cuándo se aprieta? ¿cuánto? ¿Es posible que en el punto álgido me deje llevar y le haga un roto al muchacho? Desde luego me han pillado, toda mi vida pensando que nadie tenía queja y ahora me entero de que hay que “apretar”.
Pero esto es renovarse o morir, esta misma tarde me las compro y empiezo a practicar, que más vale “pájaro” en “mano” que ciento volando.
Iba a comentar este post firmando como "7para50", pero, oye, qué necesidad hay...
ResponderEliminarEn fin, que yo, como Pilar, también soy madre, mujer hecha y derecha, y no considero que los juguetillos sexuales sean un tópico (aunque no gasto mucho). A lo que iba: a mí lo de apretar me lo recomendó la matrona en unas clasecillas de gimnasia postparto hace ya 13 años y ¡funciona!. Vaya que si funciona...
pues claro que hay que apretar, justo cuando el varón se ha despachado agusto....
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