viernes, 18 de febrero de 2011

Morrillos a durillos

Hoy he salido a comer a uno de esos sitios donde se reúnen decenas de mujeres de mediana edad, de clase más bien alta y con una característica común: la misma cara.

¿Por qué será que a cierta edad las mujeres con poder adquisitivo deciden ponerse morros, estirar pómulo y tensar ojera? Respeto las decisiones de cada uno pero es que es difícil distinguirlas, se convierten en copias clónicas que se reúnen para compartir sus últimos retoques. Además, adquieren un aspecto tan extraño que su edad pasa a encuadrarse entre los 45 y los 85 años, sin poder precisar más allá.

Probablemente habrá otras que, bien operadas, pasan inadvertidas entre la multitud, pero supongo que todos sabéis a qué me refiero cuando digo que algunas mujeres parece que han comido seis kilos de pipas con sal y se les han hinchado los labios hasta el infinito. Pero ¿será un error del cirujano o era ese el objetivo? Creo que llega un momento en el que pierden la perspectiva y no se dan cuenta de que probablemente estarían mejor con su aspecto original. Por algo dicen que esto es adictivo…

Esta tendencia afecta a mujeres cada vez más jóvenes, ¿alguien ha visto últimamente a Nicole Kidman o Meg Ryan? A mi me dan bastante miedo las dos. ¿Por qué se hacen eso? ¿No es mejor envejecer con dignidad? Como nunca se puede decir “de este agua no beberé” no puedo afirmar tajantemente que no probaré las mieles de este tipo de cirugía; lo que tengo claro es que, con o sin arrugas, me gustaría que mi familia y amigos pudieran seguir reconociéndome. Ese es otro tema; como estas señoras son iguales, estarán hartas de que la gente las pare por la calle para saludarlas, creyendo que son sus tías, madres o vecinas. 

Teniendo en cuenta que estas operaciones permiten modificar tu apariencia fácilmente, a lo mejor muchas de ellas son ex convictos que han camuflado su identidad para huir de antiguos enemigos. De este modo, mi vecina del 4ºB con su piel bien estirada y los labios recauchutados, podría ser en realidad un narcotraficante de 35 años que está intentando rehacer su vida y alejarse de su pasado. Es poco probable, lo sé, pero cosas más raras se han visto.

4 comentarios:

  1. en los turnos de mañana de los gimnasios tambien proliferan pero van a pilates y a masajes raros, supongo para curtir sus pieles

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  2. El otro día en el dentista pasé volando las páginas de dos ¡Hola! y creía que habían tenido un problema con los pliegos porque las fotos ¡eran iguales! Ahora no recuerdo los nombres de las tipejas, pero unas eran españolas y otras americanas

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  3. El título del post es un poco misericordioso, ¿no?
    Debería llamarse "Morrazos a durazos"

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  4. A mi lo que me preocupa es que cada vez se empieza antes (no hace falta tener 60 años para inyectarte un poco de botox) y ,con el miedo que le tengo a las agujas, me da la sensación que voy a ser la mas vieja de todas mis amigas, vecinas y compañeras!
    Tendré que empezar a pensar en crear un maquillaje milagro quita arrugas o, mejor empezar a asimilar que seré la mas vieja de todas...

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