jueves, 10 de marzo de 2011

Interconectados

Hace poco leí una noticia que decía que la mayoría de los adolescentes (no me acuerdo del porcentaje) utilizaban blackberry para estar conectados con el chat continuamente. Lejos de ser adolescentes, hoy, la única de mis amigas que quedaba por modernizarse se ha sumado al carro de los smartphone y ya estamos todas conectadas al chat gratuito. Así, hemos pasado de hablar por mail a chatear con el teléfono, mucho mejor, donde va a parar.

Los que aún no han disfrutado de semejante avance de la ciencia no comprenden que peguemos un brinco de emoción cada vez que suena el sonidito de “nuevo whatshap” ni que nos resulte más cómodo chatear que levantar la voz para preguntarle algo al compañero de al lado. Es cierto que ya no hay forma de salir a cenar con amigos sin que alguno se pase la mitad de la cena dándole a la tecla; es como volver al colegio y mandarnos notitas pero mucho más evolucionado. La principal ventaja: puedes criticar al de al lado sin que se entere. La desventaja: puede que el criticado seas tú.

Mi amigo Joaquín (contrario a cualquier avance desde la lavadora) dice que con tanto chat nos estamos deshumanizando, pero ¿qué hay más humano que hablar con siete personas a la vez desde el sofá de mi casa? Al contrario de lo que piensa Joaquín te vuelves mucho más sociable porque puedes compartir cada momento o duda con tus amidos del chat: “estoy en zara, ¿me llevo el jersey verde o el azul?” “voy al cine, ¿alguien ha visto la última de Sean Penn?”… Otra cosa son los que deciden lanzar estas dudas en abierto, en facebook, por ejemplo “estoy en Nueva York ¿algún sitio para comer?” espero que ningún ladronzuelo esté merodeando por aquí y vea lo lejos de casa que estás… Los hay que se empeñan en dejar claro al mundo entero lo que están haciendo “cenando en la Latina” “de compras por Fuencarral” “en el trabajo”… Me preguntó si esta moda acabará derivando en frases como “cortándome las uñas de los pies” “depilándome el entrecejo” y similares, total puestos a compartir…

Sobre chats y facebook, hoy publicaba elmundo.es una noticia que decía que el 20 por ciento de los divorcios en EEUU están provocados por la red social. Leyendo un poco más a fondo realmente hablaba de que los abogados lo usan como prueba de infidelidad y otros pormenores en los juicios. Hay que ser tonto —perdón, quería decir distraído— para dejar en facebook “pruebas del delito”.

Sin llegar a estos extremos yo estoy tan contenta con mi grupo chaterístico, que me acompaña allá donde voy. No significa que ya no quede con nadie, como afirman los detractores (desconocedores), simplemente hemos abierto una nueva vía de comunicación con el mundo. Y si no, que se lo digan a las de la imagen que aparece arriba que, aunque un poco movida (era una noche de bares…), es de una compañera que se reunió con antiguas compañeras de colegio (muuuchos años después) y lo primero que hicieron fue intercambiar datos en sus nuevos teléfonos. Míralas, que monas, como con zapatos nuevos.


3 comentarios:

  1. 100 por 100 de acuerdo con este post, querida veinteañera. Ahora te mando un whatsapp

    ResponderEliminar
  2. La importancia del whatsapp, es saber que tus amigos están ahí para cualquier momento.

    ResponderEliminar
  3. CUANTA RAZÓN TIENES! jeje
    Y POR CIERTO, TE PROMETO QUE HAY VIDA DESPUÉS DE LOS 30! jeje

    http://humordemoda.blogspot.com/2011/03/10-de-marzo-de-2011.html

    ResponderEliminar