viernes, 18 de marzo de 2011

Robos, hurtos y sustracciones

Creo que el delito ya debe haber proscrito así que no creo que tenga problemas por esta confesión: cuando era pequeña solía robarles a mis compañeros de clase las gomas de borrar. Tengo que confesar también que mi cleptomanía infantil un día llegó a su apogeo y me hice con una escuadra y un cartabón que “encontré” por mi clase. Todo para que mi madre no se enterara de que había perdido (o roto, ya no me acuerdo) los míos. Aunque era una pequeña ladronzuela, con los años fui perdiendo este vicio y hoy en día puedo afirmar que estoy completamente rehabilitada.

Sobre hurtos menores y mayores, una compañera me confesó una vez de lo más animada que en su adolescencia solía ir con sus amigos a “sustraer” prendas de Massimo Dutti (robo fino, que le llaman), me contó que llegó a ser como una necesidad (vamos, cleptomanía en toda regla).

La misma persona me comentó que aún hoy, aunque de menor calado, lleva a cabo distintas fechorías, como comerse algún bollo mientras hace la compra y no pagarlo después, o colarle en el carrito de su hijo un paquete de chicles y si alguien se da cuenta siempre puede decir “uy, lo ha debido coger el niño” (pobre criatura).

Dicen que las grandes superficies pierden millones al año a causa de los robos. Yo sinceramente no sé como lo hacen, a mí se me notaría en la cara que llevo algo en el bolsillo. Además, el momento de esconder “el botín” sería terrible, con lo torpe que soy y los nervios del momento me imagino tipo Mr. Bean intentando guardarme algo tropezando, se me caería… en fin, carne de presidio.

Por supuesto, también descarto la posibilidad del clásico “sinpa”, con mi lamentable estado físico no llegaría ni a la esquina y mientras mis amigos se alejaran raudos y veloces a mí me tocaría no sólo pagar toda la cuenta sino aguantar el chaparrón de vergüenza y humillación.

En algunos casos, como el que comentaba antes de mi compañera, el hurto no es por necesidad sino por diversión. Pero, ¿tan divertido es? ¿Será por la adrenalina y el peligro de que te pillen? Yo refiero no probar, que esto debe ser como las adicciones y puede que me haga recordar mi época de ladrona de gomas de borrar y le coja el gusto de nuevo.

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